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Definido, aunque no definitivo. Siempre surgen nuevos desafíos que hay que encajar en el calendario. O lesiones que forzosamente lo modifican.

La cuestión es no parar, que a mi edad cuesta mucho volver a arrancar, y mantener la ilusión por repetir experiencias y sumar de nuevas. En este 2020 caben, de momento, 2 ironman, 1 medio ironman, 2 maratones, 2 medias maratones, un ultratrail moderado de 87 km , 2 cicloturistas y algunas carreras por relevos y de distancias 5 km. Para romper ritmos y desconectar de competiciones, en mayo ascensión al Teide y en agosto travesía Carros de Foc.

Ahora solo toca esperar a que el cuerpo aguante.

Aquí el calendario completo.

La bici no es mi fuerte. Pero no fue impedimento para participar en una prueba de ciclismo de resistencia, la Gran Fondo 24h, celebrada los días 7 y 8 de septiembre, en el Circuit Barcelona – Catalunya. Àngels, Carlos, Eduard y yo representamos al CAM Parets.

La organización de la prueba proponía la participación en tres categorías horarias: 6, 12 y 24 horas. Dentro de cada una, modalidad Solo, Equipo Duo y Equipo Relevos de 4, 6 u 8 miembros. Para cada categoría, clasificaciones masculino, femenino y mixto.

Nos inscribimos en modalidad 24 horas y equipo de 4 mixto. Un rápido vistazo a los boxes de los diferentes equipos nos hizo ver dos cosas. La primera, que allí había mucho ciclista y triatleta de distancias cortas y medias. La segunda, que de entre todos los equipos, éramos uno de los de mayor edad media (58 años) y, sin duda, el mixto más «veterano». Así que tranquilidad y a disfrutar.

Finalizamos las 24 sumando 655 km, 138 vueltas , 7500mD+ 7500mD- . Sobre la clasificación final, pues penúltimos en T4/24 horas, que significa que recorrimos más kilómetros que los participantes en 6 y 12h ;-). Sobre nuestra satisfacción, pues total. Una vez más, nos habíamos planteado un reto improbable pero no imposible. Podíamos haber elegido 6 o 12 horas y/o un mayor número de componentes del equipo, pero vivir la experiencia de las 24 horas y hacerlo «en petit comité» nos resultó súper motivador. Además, la participación de Àngels en el equipo,  que nos convertía en equipo mixto, también sumó más motivación.

La ambición, por tanto, discurrió más por el camino del disfrute que por el de la pura competición. Y lo pasamos muy, muy bien. Cumplimos los horarios de relevo previstos, todos pedaleamos según el momento y las sensaciones, sin más presión que la que nosotros mismos quisiéramos imponernos, y llevamos el tema sueño como buenamente pudimos. Porque, no lo había dicho, todo esto empezó a las 10 de la mañana del sábado y finalizó a las 10 de la mañana del domingo.

Pedalear en este circuito, cuya vuelta no llega a los 5 km y con tres cuestas que a lo tonto a lo tonto suman más de 50 metros de desnivel por vuelta, supone un sobre esfuerzo de automotivación. Porque dar vueltas sin parar es sumamente aburrido… Y de noche, aún más.

Nuestra estrategia de carrera fue relevarnos del siguiente modo: primer relevo, 2h cada uno; segundo relevo, 1h30; tercer y cuarto relevo, 1h;  quinto y último relevo, 30 minutos. Así fue como cada uno de nosotros invirtió 6 horas en darle a los pedales.

Llega la oscuridad… Y el sueño.

La noche la sobrellevamos como pudimos. Rompiendo el sueño a ratos, pendientes de quién estaba en esos momentos rodando, preparando los focos y las baterías para el siguiente relevo, avituallándonos para reponer la energía perdida, charlando con otros participantes, atentos a una ambulancia que se lleva a alguien, alucinando por la velocidad que algunos son capaces de llevar después de tantas horas de pedaleo… En definitiva, viviendo el momento.

Avituallamiento

Cada equipo tenía un lugar asignado en los boxes del pit lane del circuito. Nosotros compartimos box con un equipo T6/24h. Por cierto, por su edad podían ser nuestros hijos…

La organización suministraba isotónico, recuperador y plátanos durante las horas diurnas, así que la intendencia corría a cargo de cada equipo y de su estrategia de competición. Judit actuó como asistente del equipo, animándonos en todo momento, facilitando algunas gestiones y cuidándonos con un plato de pasta recién hecha y atún, que por la noche entró la mar de bien.

Para soportar en las mejores condiciones posibles la duración de la prueba y recuperarnos del esfuerzo, nos montamos un «campamento» con una pequeña tienda campaña, dos sacos de dormir, un colchón hinchable, 2 hamacas, cuatro pequeñas sillas plegables, una mesa camping y ropa de recambio.

La completa despensa disponía de sales minerales, batido recuperador, isotónicos, cola, cerveza, agua, plátanos, melocotones, uva, galletas de chocolate, donettes, frutos secos, snickers, nutella, pan bimbo, café, patatas fritas, salchichón, queso, termo con cafè, leche, azucarillos…La mitad de las cosas volvieron a casa… Si hay una próxima vez, nos llevaremos una cafetera de cápsulas. Es lo único que echamos en falta.

Compañeras de Club se acercaron a darnos aliento y además de regalarnos su presencia, también nos regalaron ratafía, más frutos secos, panecillos, algunos embutidos y platos cocinados. Gracias Ester y Marta.

¿Volveremos?

Pues no lo sé. Ahora queda lejos renovar la participación, pero no lo descarto. Personalmente lo pasé muy bien y creo que el resto de compañeros también. Acabamos contentos por lo conseguido y por haber sumado y compartido una nueva experiencia. En todo caso, la GF24H Circuit Barcelona – Catalunya es una actividad bien organizada y, por tanto, recomendable.