¡Rescate!

¡Ups! Ustedes perdonen: la palabra rescate no sólo está maldita sino que además ha sido exiliada del vocabulario del buen español. No, no, lo que ha aprobado el Banco Central Europeo con el beneplácito a regañadientes y condicionado -¡lo siendo Mariano!- de la señora Merkel no es un rescate.

En palabras de nuestro magnánimo y benévolo presidente Rajoy, se trata sólo de un plan financiero para ayudar a capitalizar y sanear la banca española, de la cual se hace responsable la banca y no los ciudadanos españoles, y de la depende directamente el grifo del crédito para empresas y particulares. Es para partirse de risa. Vivimos inmersos en la burla descarada y paranoica de unos gobernantes increíbles, calificados así no en el sentido de magníficos sino por el de falsos. Los publinoticiarios televisados gubernamentales son una sucesión de mentidos y desmentidos, de puestas en escena que duran menos que un acto de cualquier obra teatral de barrio. Esto, siempre aderezado con un discurso de reprimenda general que, para tapar el archisabido donde dije digo digo Diego, utiliza la estrategia de comunicación de balones y culpas fuera para justificar cambios de postura, destrucción de promesas electorales y, en definitiva, liarnos para explicar lo inexplicable y esconder las vergüenzas de una élite autocrática sin escrúpulos. Eso sí, todo en nuestro bien, es decir, para sacarnos de esta crisis en la que nos han metido los paletas, obreros y administrativos de este país, y que ahora, por su culpa, obliga a los salvadores de la Patria Europa y la Región Periférica España a diseñar, desarrollar y pedir a los ciudadanos imprescindibles esfuerzos que no cambian nada pero lo cambian todo. ¡Vaya eufemismos para no hablar de recortes y punto final de la Sociedad del Bienestar! ¡Malditos ciudadanos anónimos estafadores y malversadores que nos habéis metido en esto!

Gracias a Europa y a sus líderes, entre los que se encuentran los nuestros –presentes y pasados, aunque espero que no futuros-, en breve todo volverá a ser como antes. Todos volveremos a ser felices y comeremos perdices. ¡Somos unos afortunados! Sobre todo por tener unos gobernantes que velan por la defensa de nuestros intereses, que nos guían en la tormenta, que anteponen los nuestros a sus propios intereses y a los de partido y que, de todas todas, nos sacarán de la ruina moral y económica en la que nos hemos metido solitos haciendo caso omiso de sus sabias advertencias. ¡Ya lo decían ellos que vivir por encima de nuestras posibilidades tendría un final trágico! Teníamos que haber escuchado y seguir su modélico ejemplo de austeridad, esfuerzo y trabajo.
Hoy la prima de riesgo y los mercados están algo contentos. Rajoy aparece sonriente y satisfecho en televisión. El capital pronto se inyectará a nuestros benefactores los bancos. Estoy mucho más tranquilo y confiado. Y además orgulloso de saber que nuestros protectores están ahí, luchando por nosotros y por llevar nuestra calidad de vida a todos los rincones del mundo.
Ante este inminente futuro que nos están preparando me anima. Ahora mismo, cuando acabe estas líneas, me largo a lapidar en vicios y caprichos caros la paga extra de verano que aún no he cobrado. Y como aún no la he cobrado y posiblemente me quedará corta para tanto gasto que pienso hacer, ¡también me pido un crédito al consumo! ¡Que siga la fiesta que los de arriba ya están a puntito de arreglar el desaguisado que tú y yo, junto a los mencionados paletas, obreros y administrativos, hemos creado para desgracia de Barrosos, Van Rompuys, Merkels, Rajoys, Rubalcabas, Botines, Fainers y una interminable lista de eminentes maestros del arte del birlibirloque. Toda esta tropa, y su legión de expertos asesores manipuladores de comunicación, con los que comparten categoría moral, están hasta el gorro de todos nosotros y de los “pollos” que les montamos. Después de todo lo que les hemos hecho y lo mucho que ellos hacen por nosotros, no nos merecemos ni mirarles a la cara.

Uf. Qué descansado me he quedado.


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Gracias por leerme.

Lluís Lleida Feixas 

Estrategia y creatividad para la dirección de proyectos de comunicación y coaching.
Producción de textos de marca.
www.lluislleida.com
lluis@lafabricadetextos.es
T. 616 064 283

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