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Nuevo circuito, en teoría más rápido. Lo cierto es que en mi caso no lo fue. Pocos kilómetros específicos de entrenamiento para esta maratón y la falta de una liebre a partir del km30, marcaron una segunda parte de carrera muy floja.

Hasta el km25 fui muy bien, a ritmo de marca personal. Pero a partir de este punto y hasta el km31, una agonía. Es de nuevo pasado el punto kilométrico 31 que empiezo a resurgir. En los tiempo de paso de la gráfica se puede comprobar lo dicho. La temperatura un poco alta, no ayudó.

Confirmo que cuando la media maratón de un mes antes me va bien, con registros buenos, la maratón no me va también. Y al revés.

Días antes le comenté a mi entrenador que no había cogido el ritmo de maratón. La conclusión es que llevo ritmo de media, de ahí el buen tiempo en la de Barcelona de un mes antes, pero eso me desfonda para mantener otros 21 km el ritmo óptimo para situarme entre las 4h50 y las 4h55 previstas en la maratón.

Sobre el circuito, lo más destacable es que comprobé en otros cuatro relojes de compañeros lo que marcaba el mio: 44.650m. El reloj que menos registró de los cuatro consultados, 43.800m. Una variación de hasta 500 metros es sobre los 41,195 de la maratón se considera «normal». Pero los datos registrados no pueden ser normales ni encuentro explicación (?).

Las modificaciones del recorrido, que apuntaban a un desnivel menor, tampoco me acabó de cuadrar ni gustar. Pero nada más que decir. Es el circuito que propone la organización y listo.

Gran ambiente en las calles. Cada año hay más barceloneses que se vuelcan en este evento. Echo en falta una mayor y más intensa ambientación. Comparado con otras maratones internacionales del mismo nivel, en este aspecto la de Barcelona tiene camino por recorrer.

Tot comença al 2001, caminant per la muntanya amb el meu fill a l’esquena. Primeres ascensions als Pirineus i serralades properes a Barcelona. Al 2002 començo amb les travesses (Carros de Foc, etc), les marxes de resistència de la FEEC i primer 4.000, als Alps.
2003 seguim amb les marxes de resistència, primera mitja marató i entrenament d’alta muntanya per a un objectiu que acabaria frustrat per lesió: Aconcagua 2004.
La muntanya centrà pràcticament el cent per cent de la meva dedicació esportiva (i formativa). Córrer és una forma de mantenir-se en forma per aquesta activitat. Es succeeixen més 4000 als Alps, al Marroc, assolim el Kilimanjaro i també l’Elbrus, el sostre d’Europa, al Càucas.(>>seguir llegint)

Fins l’any 2009 es pot dir que no hi ha competició esportiva. Però el repte d’una primera marató dona un important gir a la meva activitat esportiva. La marató de San Sebastián es converteix en el gran repte.
El període 2009 – 2014 el dedico principalment a córrer: mitges, maratons i el salt a les curses d’ultraresistència per muntanya i d’ultrafons. En aquest període participo en 7 mitges maratons, 8 maratons, 20 ultres, de les que n’acabo 15, i altres curses de muntanya i asfalt més curtes o pertanyents a la categoria de marxes de resistència de fins a 85 km.
Del 2015 al 2017, faig un salt a una nova disciplina, el triatló de mitja i llarga distància. El primer any aprenc a nedar i a pedalar i ja participo en un primer half triatló. Desprès en vindran 4 més (1 per relleus) i 2 Ironman (em retiro en el primer, 2016, i completo el segon, 2017). En el mateix període i dins el pla d’entrenament que segueixo, corro 3 mitges maratons, 4 maratons, 2 ultratrails (1 per relleus) i 3 travessies nedant de 2, 3,5 i 7 km de distància.
Per 2018, segueixo en la línia d’aquests últims anys: 1 mitja (Granollers), 1 marató (Barcelona), 1 ultra per relleus (Garmin Team Trail), 1 ultra en solitari (Ultra Cap de Creus), 2 mig Ironman (Salou i Vichy) i 1 Ironman (Barcelona).
Però… El pensament per 2019 és tornar a l’alta muntanya…

CURRÍCULUM COMPETICIONS (finisher)
Mitges maratons en ruta: 15
Maratons en ruta: 12
Ultrafons: 15
Half Triatló: 4
Triatló Ironman: 1

Millor Marca Personal Marató: 03:51:03.
Km reals 43,220
Vel. màx: 14,8 km/h
Vel mig: 11,2 km/h
Ritme màx: 4,03 min/km
Ritme mig: 5,21 min/km
Desnivell +: 1068 m
Desnivell -: 1.049 m

Dades oficials sobre 42,2 km:

 

 

Primer test de cara al Ironman Barcelona. Portem poc més d’un mes entrenant. Ens estem centrant molt amb el córrer, fins la marató de Barcelona. Desprès començarem en serio amb la bici, el nostre gran problema.
A la mitja, l’Àngels i jo hem participant amb la Marta, la Rosa i en Sergio. La Marta i en Sergio ens faran de llebres els últims 10 km de la marató de Barcelona, d’aquí a un mes.
La Rosa i jo hem sortit del calaix de +2h, des del km 1,5 no hem parat d’avançar corredors, però també és veritat que això ens ha penalitzat en un parell de minuts els temps final real.
El primer objectiu era fer els primers 11 km en 60 minuts, i ho hem fet amb 61 (bé). Aquí ens hem separat i cadascú a fet la seva cursa. En el meu cas, des de la sortida i fins el final ha estat una progressió de menys a més. Els últims 10 km en 46 minuts, 10 menys que els 10 km primers.
En resum, molt content per com ha anat tot i per l’equip que ens hem ajuntat per viure aquesta experiència.
Propera parada: Marató de Barcelona!
#ROADTOironmanBCN2017

Sensacions: molt bones.
Dolors: cap destacable.
Esquena: l’endemà no noto més dolor que el dels últims mesos.

Calaix de sortida: 2 per sota del que corresponia (molt avançaments i ritme superior als 7 min/km el primer kilòmetre i mig).

Temps: 01:51: 35
Cardio: mig 150 / màx 165 bpm
Ritme: mig 05:09 / màx 04:04 min/km
Velocitat: mitja 11,7, màx 14,8 km/h
Cadència: mitja 88, màx 97 ppm

Temps cada 5 km:
5 km: 28:51 min
10 km: 27:05 min
15 km: 26:44 min
20 km: 24:38 min

Temps de pas:
km 5: 28:51
km 10: 56:01
km 15: 01:22:00
km 20: 01:46:38
km 21: 01:51:35

Ritme mig:
5 km: 05:41 min/km
10 km: 05:19 min/km
15 km: 05:07 min/km
20 km: 04:51 min/km
21 km: 04:28 min/km

Leyendo este título puedes pensar que lo más duro de la maratón de Roma son sus 42,195 km sobre un asfalto lamentable lleno de «trampas» a modo de agujeros, grietas y abultamientos. Pues no. Tal vez pienses que son los 7 km de maltrechos adoquines que tu estructura ósea y muscular tendrán que soportar. Tampoco. Puede que incluso consideres uno de sus peligros las elevadas temperaturas que se alcanzaron este año, que sin duda influyeron en la retirada de más de 3.000 participantes (19%), o los metros de más del recorrido, como unos 700. 

Nada de eso es lo más duro de la Maratona di Roma. Lo son los inevitables quilómetros que te zamparás el día antes visitando los vestigios de su rica y apasionante historia, y que al día siguiente, durante la carrera, tus piernas notarán. Si eres de los que buscan mejorar o hacer una muy buena marca, la de Roma no parece una de las mejores opciones. Como tampoco lo es si esperas disfrutar de una tranquila recuperación post carrera: te aguarda la comercial y larga Via del Corso y la lujosa Via dei Condotti, de donde tienes muchas posibilidades de salir cargado de pesadas bolsas conteniendo tus compras mientras tu maltrecho cuerpo se va quejando.
Y dicho esto, recomendar la prueba por la espectacularidad de la parte monumental de su recorrido, por la muy buena organización pre y post carrera (ejemplar la organización de entrega y recogida de guardarropía) y la longitud y disposición de los avituallamientos. Por poner un pero a estos últimos, eché en falta la posibilidad de geles.
En cuanto a mis sensaciones, me sentí mejor que hace siete semanas en Sevilla. Entre el km23 y el 29 se apoderó de mí el hombre del mazo. Hice una prueba que me pasó factura: desayuné relativamente poco y no tomé más que agua hasta la media maratón. Quería sentir malas sensaciones y mi capacidad de superarlas para conocer un poco ciertos límites de cara al Ironman. Lo cierto es que a lo largo de ese «bajón» corrí con sensación de mareo y desfallecimiento. En el km25 me regalé un avituallamiento con gel y pastilla de sales (propios), vaso de isotónico, plátano, naranja y agua. Hacia el km30 empecé a sentirme recuperado. 
Por otra parte, señalar que no es una maratón plana. Suma casi 500 metros positivos y otros tantos negativos. A menos de dos kilómetros de la meta, justo después del último avituallamiento de refresco de agua, se pasa un túnel de unos 250 metros de longitud cuesta arriba. La verdad es que no recuerdo si el suelo era adoquinado o asfaltado, pero sí recuerdo que estaba completamente mojado, que cada zancada era un patinazo y que el avance se hacía muy complicado. Divertido pero «jodido» cuando estás ya en las últimas…
Acabé contento, con capacidad para esprintar en el último kilómetro, y habiendo mantenido un ritmo medio final de 6 min/km. La próxima maratón será dentro del Ironman, en agosto. Será una experiencia completamente nueva que sin duda nada tendrá que ver con las 12 maratones corridas en estos últimos seis años.

 

Sevilla tiene un color especial…
La lesión sufrida en septiembre en la Camí de Cavalls Epic Trail de Menorca me ha dejado casi cuatro meses en la cuneta. En este tiempo, natación, algo de bici/spinning y poco más. A día de hoy, la recuperación no es del 100%. Cuando realizo sesiones de carrera  de (para mi) alta intensidad, cojeo durante dos días. Pero poco a poco voy mejorando el dichoso pie.

A 1 de enero dimos comienzo al plan de entrenamiento para el intento de asalto a la distancia Ironman en triatlón, el próximo agosto. Y el 10 de enero corro mi primera media maratón en Sitges, a ritmo lento y muy atento a las sensaciones del pie. Aguanta bien, sin más dolor y secuelas que las “normales”. Hasta esta fecha había salido a correr cuatro días desde septiembre, entre 15 y 20 km. (>> seguir leyendo).

Pasada esta media maratón y siempre que el trabajo y la agenda me lo ha permitido, he seguido los entrenamientos  planificados. En enero he sumado 30.000 metros de natación, 400 km de bicicleta (75% spinning) y 130 km de carrera a pie (75% cinta). En febrero las cifras han caído: una semana con gripe y un pre y post maratón de Sevilla tienen la culpa ;-)). Total: 19.000 metros de natación, 270 km de bici (75% spinning) y sólo 108 km de carrera a pie, incluidos los 42 km de Sevilla (!).
Por otra parte, destacar que tengo la bici nueva desde el 5 de enero y aún no me he hecho a ella. No he tenido ni el tiempo ni las circunstancias climatológicas adecuadas para salir a rodar. Debo llevar poco más de 125 km con ella.
Medallas Maratón Sevilla

En cuanto a la maratón de Sevilla, muy bien hasta el km30 (2h50m), con posibilidades de sub4h, pero a partir del km32 acusé la falta de kilometraje. Puse modo de supervivencia y a la entrada del túnel del Estadio Olímpico de La Cartuja, a 300 metros de la meta, decidí parar y esperar la llegada de Àngels, para cruzar el arco juntos. Detengo el crono en 4h10m y entro en meta 40 minutos más tarde.

 

Seguimos #ROADTOironmanVICHY2016.

Mi segundo triatlón y mi segundo Half. Una natación en el pantano que se me hizo «fácil» y un circuito de bike que me resultó duro de pelar. La segunda vuelta costó. El desnivel y mi falta de experiencia pasaron factura. La carrera a pie fue un trámite en los tramos con público y un desvanecerse en el resto. Con todo, una agradable experiencia.

Trece días después, avión camino de Menorca. Formando equipo con Jordi D, teníamos por delante la vuelta a la isla por equipos de 2, en 3 etapas de 55 km (aprox), y unos 900 m de desnivel positivo por etapa. Primera edición de la Camí de Cavalls Epic Trail. Lamentablemente no pudimos completar ni la primera etapa. Un traspié en el km 3,5 me dejó fuera de combate. Con todo, tiramos hasta el km 28 (tercer control), donde llegamos 40 minutos por debajo del corte horario pero con una incapacidad total para seguir. Decido retirarme, y con ello el equipo. Al día siguiente por la mañana cambiamos los vuelos de vuelta, y esa misma tarde acudo al hospital. Diagnóstico: esguince en el tarso del pie izquierdo. 10 días inmovilizado y después veremos…
Con todo, Camí de Cavalls Epic Trail queda pendiente. Magnífica organización y maravillosos paisajes.
Gracias Jordi D por el espíritu de equipo.

Primero la maratón y tres semanas después Cap de Creus Ultra (87 km, DA7000m). Mejor marca personal en la primera (03:53:07) y bonita experiencia con Jordi Edo en la segunda (16:30:00). Por medio nos inventamos un triatlón de distancia olímpica con Àngels, como primer contacto personal con el mundo del triatlón. Satisfactorio.

 

La mente es débil
Después de 21 horas en las que recorrí 92 kilómetros y superé los 10.000 metros de desnivel, falló el músculo más necesario de todos para acabar una prueba tan exigente como la Volta Cerdanya Ultrafons, de 214 km y 20.000 metros de desnivel. Sin excusas: ha fallado la mente.
Aunque todo suma (o en este caso tal vez sería más adecuado decir aunque todo resta), las altas temperaturas del viernes (hasta 32 grados) no pudieron conmigo. Tampoco las largas y silenciosas horas en solitario, ni los kilómetros, ni los desniveles, ni la noche… Pudo conmigo una larga bajada de más de una hora por terreno rocoso, a las cuatro de la madrugada, después de 90 km recorridos, que me hizo pensar más de la cuenta y fue minando mi decisión de llegar a la meta. La mente, mi mente, fue débil y sucumbió a la sugerente tentación de la retirada a mitad de recorrido.
24 horas más tarde, el domingo por la mañana, salí a correr de nuevo por la montaña. Ningún dolor ni sensación de agotamiento físico más allá del normal después del esfuerzo realizado. Sólo rasguños, escoceduras y otros recuerdos estéticos de la batalla librada. Físicamente ningún problema relevante. Estoy bien. Sin embargo… Mi mente no está bien, sigue dolorida.
He empezado la recuperación, la puesta en forma de este músculo escondido capaz de hablarnos para decantar la balanza hacia un lado u otro: he pedido a la organización que me inscriban en la edición 2015 de la Volta Cerdanya Ultrafons 214 km.
Muchas gracias a todas y todos los que me enviasteis muestras de apoyo para superar el reto. Esto sí que suma, y mucho.
Seguimos.